HODOR  es un perro absolutamente genial. Desde el momento de su llegada ha mantenido siempre un equilibrio emocional destacable, y eso nos gusta mucho 🙂 Él es tranquilo y bonachón. Tiene gestos de temor e inseguridad como esconder la cola o evitar pasar por una zona más concurrida. Esto es algo habitual entre los perros que han sufrido el abandono y han permanecido solos en la calle durante un tiempo. Nada que no se cure con paciencia, cariño y comprensión.

Con personas es de lo más mimoso, le vuelven loco las caricias, los abrazos, los achuchones... si es que es un peluchón 🙂 No ha tenido un mal gesto con nadie, al contrario, es un perro muy noble y respetuoso. Con otros perro va bien, se ha adaptado genial a la convivencia en manada y día a día avanza en su integración.