Después de mucho tiempo en el refugio, nuestro Mauri, nuestro pequeñajo, nuestro «bobito», nuestro bonsai de labrador, ¡tiene familia!
Desde hace unos días Mauri, que ya se llama Tambor, tiene donde elegir para dormir, abrigos para salir a la calle, y sobre todo, brazos en los que sentirse mimado, protegido y querido.
No parece que nos eche mucho de menos y ¡estamos encantados! Nosotros a él, sí, muchísimo; su ingenuidad, su candidez, su bondad, su ternura, nos tenía encandilados.
Pero Mauri o Tambor, ya lo sabes, no vuelvas nunca y sé feliz, siempre feliz. Te lo mereces, pequeñajo.
Es tan cariñoso! Me alegro tanto de que esté tan bien, este perro estaba muy triste y lo que necesitaba es lo que tiene ahora.
Gracias Guiomar y Fran
aii mauri! aun espero verlo cuando voi para su parcelita!
que guapo está con ese chaleco y que moderno!
que ilusion cuando tienen esos finales felices!!
hola me ha encantado que salga mi perrito aunque su dueña yo, no salga muy favorecida,jajja,es un encanto de animal y mi perrita lo está sinvergozoneando pero no os preocupeís que es y será muy feliz con nosotros,me acuerdo muchos de los perritos que estaban con él,ojala que pronto encuentren un hogar.