Una estrella blanca y reluciente brilla hoy con más fuerza en el cielo.
Se llama Tolita y fue adoptada hace más de diez años cuando empezamos nuestra andadura como refugio.
Desde entonces, Tolita ha tenido una vida envidiable, plena y feliz, gracias a su mamá Noelia y a su hermano Nevado que la han cuidado, mimado y amado hasta el último segundo de su vida.
Tolita nos ha dejado, pero estamos seguros de que se ha marchado con el corazón lleno de amor y felicidad, orgullosa y contenta de haber pasado su vida junto a una familia tan maravillosa.
Queremos agradecer y mandarle todo nuestro cariño a Noelia, amiga, socia y adoptante de Tolita, por haberle regalado una nueva vida, por cuidarla y quererla todos estos años y por ayudarnos y apoyarnos siempre en nuestra labor.
Tolita, siempre estarás en nuestros corazones, ¡Hasta siempre!
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