Gracias al amor, a la generosidad y a la paciencia de Wilma, Pepi está viviendo por fin su particular paraíso. Desde ayer por la tarde forma parte de la familia de Wilma, Bas y Jazzy en tierras holandesas. Muy lejos quedan ya los días de soledad, miedo, tortura a los que la sometió un galguero. Si nuestras pesadillas infantiles las protagonizan monstruos saliendo de un armario, en las pesadillas de un galgo los actores principales son los galgueros; monstruos también, pero desgraciadamente, reales.
Pero Pepi está a salvo, nadie volverá a encerrarla en un zulo, hacinada junto a otras víctimas. Nadie volverá a arrastrarla atada con una cuerda a una motocicleta. Y ya tampoco podrán quemarla, ahorcarla o pegarle un tiro. Nadie volverá a hacerle daño, jamás.
A Pepi la quieren, la adoran, lo hacían incluso antes de conocerla. La cuidan, la miman y la respetan. Saben que siente, que se alegra, que sufre, que se divierte, que juega o que se aburre. Wilma y Bas lo saben porque son personas íntegras. Los que usan a los galgos como armas… en fin, de vez en cuando la naturaleza comete errores.
Al menos Pepi está a salvo y con ese consuelo encaramos el horror al que van a enfrentarse los galgos ahora que termina la temporada de caza.
Sé feliz linda, disfruta de la libertad; para ti se acabaron las pesadillas.
Pepi is now living her own paradise. She is the new member of Wilma, Bas and Jazzy family. A wonderful love story between Pepi and Wilma made the miracle and now our little one is enjoying freedom, love and respect.
Wilma was waiting a long time for Pepi but she was her little girl and now, finally, they are together.
Thanks to Anja and Karin from Galgo Support Holland, together we make miracles! 😉
Pepi is safe, far away from hell, from a country where torturing is subsidize. We find some consolation in the thought that Pepi is safe from the horror beginning now that hunting season is finishing.
Be happy, sweety pie; enjoy your freedom; your nightmare is finished.
gracias
he llorado de alegría por Pepi, pero también lástima de los que se quedaron atrás, de los que están ahora sufriendo, que son cientos. No hay justicia! Aunque también anima ver que al menos existe una posibilidad de que sean felices.