Aunque parezca una paradoja fue una suerte para Musa y para Riva que las abandonaran. Los sórdidos personajes que dejaron a sus gatas encerradas en sendos transportines en un camino polvoriento no significan ya nada en sus vidas.
Musa y Riva encontraron una vida nueva en el seno de una familia en el que la solidaridad, la justicia, la igualdad, la libertad, la tolerancia y el respeto son sus pilares.
Cuando uno se encuentra con personas como Carolina y José Manuel, el mundo parece un lugar mejor y la esperanza que muchas veces se desintegra entre tanto imbécil se reconcilia con el ser humano.
Batallando a diario por los derechos de los más débiles, de los que no pueden y a los que no dejamos defenderse, José Manuel y Carolina son un ejemplo de compromiso. Inmigrantes, excluidos, minorías y ahora también perros y gatos encuentran en el despacho de abogados de José Manuel la voz que clama por sus derechos.
Compromiso, respeto y amor son los puntales de la nueva vida de Musa y Riva. Y con Carolina y José Manuel nos sentimos todavía más orgullosos de la manada de El Refugio-Escuela.
Estan preciosas.Que alegría más grande,ójala hubiesen muchas personas asi de buenas.
Amén Sandrita¡¡¡ De nuevo has conseguido que se me salten las lágrimas…