Amar sin límites y sin condiciones. Entregarse hasta el último aliento. Hacer de la palabra lealtad un lazo invulnerable. Regalar miradas, caricias y abrazos cómplices. Recoger el dolor, y con los dedos convertidos en varitas mágicas, transformarlo en esperanza. Todo ésto y mucho más cabe en el corazón de nuestra Helena.
Compartir la vida con Helena es un privilegio. Con ella, muchos de nosotros, hemos aprendido a mirar el mundo a través de los ojos de un perro. Le hemos dado un nuevo sentido a palabras como amor, lealtad, complicidad, solidaridad o generosidad. En definitiva hemos aprendido a querer un poquito mejor.
Porque no se trata de querer mucho, se trata de querer bien. Y Helena lo hace cada día de su vida. Los perros y gatos que han tenido la suerte de compartir con ella sus días, lo saben; los que tan sólo han estado con ella unas pocas semanas y los que llevan con ella toda una vida.
Helena siempre está. Helena nunca deja a nadie atrás. Los animales que entran en su vida tienen en su casa el tiempo que necesiten, aunque sean años, aunque sea para siempre. Viejos, tullidos, enfermos, cachorros locos, grandes, pequeños, todos encuentran con Helena un espacio en el que permanecer hasta que alguien quiera quererlos. No hay fecha de caducidad.
Helena y sus hijos han inventado un espacio en el que sentirse seguro y a salvo, y en el que aprender a vivir. Baus lo ha hecho, y tantos otros. Y Helena, nunca dice adiós, siempre es un hasta luego, porque las puertas de su casa sólo se abren para recibir. «No me quieras tanto, quiéreme mejor»
Un día de hace ya 6 meses, Baus entró en nuestras vidas desde el fondo de un pozo. Desde entonces es Helena quien ha cuidado de él, quien le ha curado a diario, quien le ha llevado al veterinario a diario, quien ha luchado para que Baus no perdiera la pata.
Finalmente, no ha podido ser, y el miércoles a Baus, le amputan la pata. Pero ¿sabes? No estamos tristes, ni nos sentimos decepcionados porque Baus gracias a Helena es hoy un perro feliz, un bellísimo animal, confiado, divertido, simpático y lleno de vida. Baus es la alegría de vivir. Correrá a tres patas, jugará a tres patas y, por supuesto ¡se subirá al sofá a tres patas!
Y seguirá siendo el mismo perro feliz para quien la vida es una oportunidad de amar y ser amado.
¿Me podéis decir cómo está Baus después de la operación?
Helena and Baus, two angels.
Thank you all for the good work! Without you, dogs and cats won’t have a change! Helena, our angel, thank you for all the good care and love you give to Baus. GSH is very proud to work with RES!!!
Love!
Tanto Baus como Helena, son dos seres vivos muy muy especiales.
Gracias a los dos por ser mis amigos.
Que maravilla de homenaje a las personas que se dedican a acoger a los perros y gatos necesitados de tanto cariño.
Muchas gracias a todos por vuestra labor, por conseguir dar vida a sus ojos llenos de tristeza.
Es un video lleno de emotividad, bellisimo
Al igual que Gemma, no tengo palabras… pero si que me gustaría dejar mi rastro y dar un GRACIAS enorme a todos aquellos que, como Helena, reparten amor a diestro y siniestro a estos nobles compañeros de viaje.
no tengo palabras…cualquier cosa que escribiera no relataria las emociones y lo maravilloso de estas imagenes