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Conocer el amor: CHEWAKA

Un día, mi pareja y yo decidimos era el momento de adoptar a un peludito para que le hiciera compañía a nuestro, por entonces, primer perrete. Queríamos un perrito para que jugara con el nuestro y se hicieran compañía. Pero mientras íbamos mirando a quien adoptar nos encontramos con Chewaka. Un perro viejito que necesitaba el amor de una familia, una que nunca tuvo, y no, no hubo mcho que pensar, nos enamoró desde que lo vimos. Así, mi querido Chewaka llegó a nosotros.

Al poco de adoptarlo, le encontramos un tumor en la próstata, no era posible, sabíamos que era un perro viejo, que no nos iba a dar muchos años de alegrías, pero esto no. Decidimos seguir luchando por él y tomar una decisión: darle medicamentos paliativos para que disfrutara lo que pudiese con su nueva familia, hasta que llegase el día que no aguantara más. Un año, eso fue lo que duró su alegría. No se merecía lo que le iba a pasar, ni se merecía sufrir. Un día volviendo de un fin de semana en la sierra, donde él era feliz, en el campo y libre, empezó a chillar de dolor, y nuestros peores temores se cumplieron. Sí, el tumor se extendió a los huesos y eso era imparable. Decidimos calmar ese dolor, aunque fuese con nuestro dolor. No se merecía sufrir de esa manera. Así que tuvimos que tomar una deisión aún más difícil, pero esa decisión la tomamos por amor.

Sí, amor… Él nos enseñó lo que era amor, y él se merecía ese amor. Nosotros no éramos fuertes, él nos enseñó a ser fuertes y luchar… ¡vaya que si luchó! El día que tuvimos que dormirlo, ese día agonizaba de dolor, ¡y aún agonizando de dolor no quiso dormirse! Quería seguir con nosotros, sabía que había llegado su momento y no queria dejarnos, por fin encontró a esa familia que tanto ansiaba.

Yo vi el amor en los ojos de Chewaka, lo vi todos y cada uno de los días en los que miraba a mi pareja, y mi pareja lo miraba a él. Eran Chewaka y él, él y Chewaka. Uno no caminaba sin el otro, y yo no caminaba sin ellos dos. Antes de morir, él se hacía pipí encima por culpa del tumor que tenía, por lo que toda la casa y mantas olían a su pipí. Hoy en día, añoro ese olor, porque ese olor significaba que él estaba allí. Yo siempre creí que elegimos a Chewaka como compañero de vida, pero no es así, Chewaka nos eligió a nosotros. Recuerdo todos esos días cuando mi no vio le daba de comer, porque no comía con otra persona que no fuese él. Remojaba su pienso en agua (mi pobre Chewaka no tenía dientes) y él sabía que sólo mi novio era capaz de dejarlo en el punto exacto para poder comerselo.

¿Por qué cuento su vida y no la pena por su marcha? Porque hablar del dolor por su muerte es egoísta porque él ya estaba sufriendo. Fue mucho más que una pena, fue nuestro maestro. Os hablo de lo que nos enseñó: fuerza, valentía, superación y amor. Ya por fin es libre, libre y sin dolor, sé que allá donde esté nos sigue y es feliz, nos está esperando. Decidimos dejarlo libre hace unos meses. Depositamos sus cenizas para que volara lejos donde siempre quiso estar, en las montañas, en las piedras, revolcándose, libre. Aun cuando lo adoptamos, siendo parte de nuestra familia, él siguió siendo libre y aún así, decidía todos y cada uno de los días seguirnos a nosotros, porque ser libre es también ser libre para decidir seguirnos, y eso, Chewaka, también nos lo enseñaste.

Siempre te amaremos, y algún día volveremos a vernos, y volveremos  a estar todos juntos en familia, lo que tú siempre querías.

2 comentarios

  1. Preciosa carta . Me he emocionado pensando en Chiqui , adoptado , que vivió con nosotros 16 años . Nunca olvidado .

  2. Preciosa carta que describe a la perfección lo que yo pase con mis dos peludines ya fallecidos mi Tomi y mi Darta(Dartagnan) adoptados del refugio.Se fueron con 15 y 12 años,mi Tomi este octubre pasado y mi Darta enero de 2018.
    También extrañamos ese olor a pipí por todas partes y preparar la comida especial porque no podian comer cualquier cosa.Mucha muchísima medicación que dar cada día.Estamos con vosotros lo que nos enseñaron no tiene precio.Tambien esperamos que cuando llegue el momento estemos todos juntos de nuevo.Os animamos a volver a adoptar nosotros lo hemos hecho,cada peludin tiene su lugar importantísimo en la familia.Un abrazo por esta carta maravillosa y por ser como soys. Itziar y Salva desde Sallent (Barcelona).

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