14 de Noviembre de 2024
Hoy os vamos a contar la triste historia de Sally, una vez más, nos encontramos con la peor cara de la humanidad y de la crianza de perros de raza. Un mundo en el que lo que no es “perfecto” se desecha como si de basura se tratara.
Sally es un perro de raza, un teckel doble merle, un perro bonito a la vista y llamativo, pero que su crianza trae asociados problemas como ceguera, sordera, problemas de piel…Un criador “responsable”, “amante de la raza”, debería de ser conocedor de este tipo de datos y evitar cruzar ejemplares que puedan dar lugar a esto ¿no? Suena lógico. Pero, ¿existe la responsabilidad y el amor en un negocio que trata con vidas como si fueran objetos? ¿O para los criadores estas vidas son solo un número más en su cuenta? Como podéis ver con Sally, la responsabilidad brilla por su ausencia y no solo esto, sino que Sally fue tirada a un contenedor como un desperdicio más. Su vida no vale. Es un defecto, pues nuestra queridísima Sally nació sin un ojito y falta por diagnosticar si ve bien con el otro.
Somos una sociedad enferma, estamos enfermos de frivolidad, estupidez e ignorancia. En lugar de esforzarnos por tratar de construir un mundo mejor para todos, más justo y solidario con el resto de seres humanos -la mayoría por cierto- que viven en condiciones de miseria e injusticia; un mundo mejor para todos, también para el resto de animales con los que compartimos el planeta, animales que al igual que nosotros, quiren vivir y quieren no sufrir; utilizamos nuestra energía, nuestro tiempo y nuestros recursos en volvernos más imbéciles si cabe.
¡Los perros no son cosas, no son herramientas! ¿Qué parte de la frase le cuesta tanto a entender a la mayoría de la gente? ¿Por qué es tan difícil que la gente entienda que comprando un perro de una raza concreta, fomenta un negocio cruel que, en su mayoría, se apoya en el dolor y en la tortura? ¿Y cuántas hay, ahora mismo, cuántos miles, en situaciones parecidas para que tú tengas a tu perrito bonito?
Y no, no hay criadores buenos, igual que no había tratantes de esclavos buenos. Es una contradicción in termini. Quien cría y vende, 1, 4, 36, 2000, da lo mismo, es un traficante de vidas, y lo es porque fomenta un negocio basado en el capricho de unos cuantos. UN NEGOCIO.
SALLY aún no está en adopción hasta que sepamos como está de salud y su posible ceguera.